17 de mayo. Día internacional de lucha contra la homofobia
Nosotros, la Comunidad Ichthys, cristianas y cristianos homosexuales de Sevilla España), manifestamos hoy 17 de mayo, día Internacional de Lucha contra la Homofobia, nuestra tristeza al comprobar que las más negativas actitudes homófobas siguen utilizando el nombre de Dios en vano.
Denunciamos que el mensaje cristiano es contrario a cualquier acto de discriminación y, por tanto, ningún creyente puede justificar por la Palabra de Jesucristo los ataques y desprecios de que son objeto los hombres y mujeres que reconocen una identidad sexual diferente.
Denunciamos la sinrazón de quienes nos amenazan con la justicia de Dios y nuestra condena (según sus palabras) al fuego eterno. Al contrario, muchas mujeres y muchos hombres viven un auténtico infierno en sus vidas como consecuencia de un profundo sentimiento de incomprensión y una continua experiencia de humillación. Dios nada tiene que ver con los hombres injustos que intimidan en su nombre.
Queremos gritar que no sentimos como nuestro al pastor que equipara aborto y pareja homosexual. Como cristianos, nuestro posicionamiento ante el aborto es claro y transparente, y nos declaramos defensores de la vida desde su inicio.
El matrimonio homosexual es un derecho adquirido que hace posible equiparar en igualdad derechos que anteriormente eran recortados injustamente. Nadie puede decir en su sano juicio que este derecho ponga en peligro a la familia, ni mucho menos a la familia cristiana.
Queremos gritar que no sentimos como nuestro al pastor que equipara pederastia y homosexualidad.
Mientras que la pederastia es un crimen execrable que cometen hombres y mujeres de diversas edades, estatus sociales y de diferentes tendencias sexuales, la homosexualidad es una identidad sexual no elegida, que como cristianos entendemos es obra de Dios.
Denunciamos que estas y otras manifestaciones de pastores de nuestra Iglesia hacen posible la homofobia, fomentando y justificando actitudes de rechazo al colectivo homosexual.
Su posición de magisterio confunde al pueblo de Dios. Jesucristo jamás condenó al diferente, menos aún cuando este era marginado. Sus palabras fueron: “quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra”.
Hay otra Iglesia valiente que nos acompaña y se arriesga de forma desinteresada y profundamente evangélica. Desde aquí nuestro sincero agradecimiento por ayudarnos a construir un mundo diferente, sin discriminación, sin violencia, sin marginación, sin condena, sin muerte, sin amenazas.
Ichthys. Cristianas y cristianos homosexuales. Sevilla