21 de mayo. Vigilia de Oración contra la homofobia en Sevilla (Espana)
Ichthys, Comunidad de cristianas y cristianos homosexuales (Sevilla/España), 21 de mayo de 2010
El Espíritu Santo se hizo presente. El viernes 21 de mayo, a las 21.30, estábamos todas y todos citados para celebrar la 1ª Vigilia de Oración contra la homofobia que organizaba Ichthys en toda su historia como Grupo, y dentro de la cadena de Vigilias de Oración que se llevaron a cabo en numerosas ciudades de Italia, Munich en Alemania y cinco ciudades españolas: Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Murcia y Sevilla.
Desde hace varios años los grupos creyentes lgtb de Italia celebran esta vigilia, con carácter marcadamente ecuménico. En 2010 la FELGTB invita a sus grupos asociados a promover esta actividad de visibilidad creyente en España. La invitación la hacen extensiva a los grupos Aldarte, de Bilbao, e Ichthys, de Sevilla, no asociados a la FELGTB.
En Ichthys trabajábamos en este proyecto desde hace más de un año, por lo que asumimos la tarea de organizar la Vigilia de Sevilla, como compromiso de apostolado del Grupo, y testimonio de fe.
Invitamos a grupos y comunidades del entorno parroquial en el que nos movemos, y nos pusimos manos a la obra, encomendándonos al Espíritu Santo porque, ciertamente, no sabíamos cuál sería la respuesta.
Por el camino nos encontramos con dificultades, sobre todo por parte de personas que anteponen la doctrina al Evangelio. Dificultades que fuimos salvando con la ayuda de quienes de forma valiente y arriesgada confían en nosotros.
Finalmente llegó el viernes 21.
Nos juntamos más de 50 personas, casi todos pertenecientes a los grupos comunitarios y asociaciones de la parroquia, pero también alguno y alguna que supieron de la Vigilia por otros medios. Se hicieron presentes también varios miembros del Grupo Esperanza, de Jerez.
La Vigilia duró una hora y tres cuartos que pasaron volando. Pusimos dos videomontajes realizados por nosotros, uno sobre Ichthys (queríamos aprovechar para salir del armario como Grupo en la parroquia y otros ámbitos, y dar a conocer quiénes éramos y qué hacemos), y otro sobre la homofobia, en el que cuestionábamos a todos sobre la implicación de los cristianos en esa realidad.
Utilizamos la lectura de 1Cor, 4 (que ya casi hemos asumido como lectura básica del grupo), y Jn 15, 26-16, 4 (sugerida por Javier, nuestro cura, y muy cañera para la ocasión). Por supuesto, estuvo presente la frase de Pablo… ¿quién nos separará del amor de Dios?
Hubo un buen rato de trabajo en grupos, para lo que entregamos unas preguntas: ¿Has sido alguna vez marginado/a y cómo te has sentido? y, como cristiano/a, ¿qué tienes que decir? ¿cómo vas a implicarte?
Por lo que nos comentaron muchas y muchos de los asistentes, supo a poco el tiempo de grupos.
Después, en clima de oración y ya todos juntos, dimos tiempo para que la gente se expresara, y fue un momento muy rico y emocionante, porque notamos que esto estaba calando, y el Espíritu Santo se palpaba muy, muy claramente.
Terminamos con una oración común, un padrenuestro y pasamos a un rato de convivencia. Pensamos que podría ser muy interesante provocar un tiempo de compartir, intercambiar información, hablar distendidamente, …, y nada mejor que preparando unos refrescos, unas cervezas y unas viandas. Total, empezamos la Vigilia a las 21.30 y el último se fue a las 12.30 bien pasadas.
Todas y todos nos felicitaron, pero no tanto por la organización de la Vigilia o por su guión, sino por el testimonio de fe y de Evangelio (“Evangelio vivo”, decía una mujer) que habíamos transmitido, y que hacían extensivo al resto de grupos creyentes lgtb. Muchas y muchos nos dijeron que la reflexión sobre la homofobia que les habíamos propuesto les había hecho cambiar muchos viejos esquemas, y les había removido por dentro.
También resaltaban muchas personas nuestro sentido de Iglesia. Nos decían que era muy evangélico y tremendamente profético ese testimonio. Alguien dijo que nuestro empeño por mantenernos dentro de una Iglesia que, en ocasiones, nos hace sufrir tanto, es mucho más elocuente y auténtico que el que manifiestan otros grupos cristianos, porque significa mucho de riesgo y compromiso profundo de fe.
Salimos muy fortalecidos de esta experiencia, y convencidos de que Dios camina a nuestro lado. Sin esa certeza nada de lo que hacemos como grupo Ichthys sería posible.