El camino de los grupos cristianos lgbt «acogidos» en las parroquias católicas italianas
Artículo de Luciano Moia publicado en Avvenire, diario de los obispos italianos, el 4 de octubre de 2016
Acoger, acompañar e integrar a todas las personas que desean ser abrazadas por la Iglesia, independientemente de su condición de vida. Lo ha dicho más de una vez Francisco y lo ha escrito de forma explícita en Amoris laetitia, recogiendo las indicaciones procedentes de toda la Iglesia, a través de dos Sínodos y de dos cuestionarios difundidos en todas las diócesis del mundo.
Ninguna sorpresa entonces por el hecho de que de nuevo subraye la necesidad por parte de las comunidades cristianas de «acoger y acompañar a los homosexuales y trans, porqué así lo haría Jesús». Palabras claras que representan una estricta indicación pastoral.
Lejos de los reflectores y al resguardo de las polémicas que algunos incansablesdefensores fidei están listos para desencadenar en cuanto se nombran propuestas pastorales para las personas homosexuales, las iniciativas en Italia no son pocas. Las ofertas llegan sobre todo desde parroquias, diócesis, asociaciones y congregaciones religiosas.
La Oficina Familia de la Conferencia Episcopal italiana (CEI) ha empezado en los meses pasados una recopilación de informaciones para esclarecer las varias iniciativas y para ampliar su difusión, «para que los que manifiestan la tendencia homosexual puedan recibir las ayudas necesarias para comprender y realizar plenamente la voluntad de Dios en su vida » (Al, 250). Los resultados están llegando.
En los próximos meses el cuadro estará completo. Una nueva atención esta, valorada positivamente también por los mismos grupos de homosexuales católicos. Hace unos días ha sido presentado el Rapporto 2016 dei cristiani lgbt (Informe 2016 sobre los cristianos lgbt) por Giuliana Arnone de la Universidad de Padua, que ofrece datos interesantes sobre 21 grupos de los 28 existentes en total (aproximadamente 600 personas a lo largo de Italia).
El 70% de estas realidades es hospedada en parroquias. El 19% en estructuras de ordenes religiosos (misionarias de María, monjas dominicas, jesuitas y camaldulenses). Otro 19% en realidades relacionadas a las Iglesias valdenses y metodistas. Un solo caso (el grupo Bethel de Génova) en edificios pertenecientes a instituciones públicas. Quien se hospeda en parroquia participa regularmente a la Misa, a la animación litúrgica, a vigilias y retiros. E incluso a las actividades caritativa y cultural. Cinco grupos lgbt tienen además a su representante en el Consejo pastoral de la parroquia.
La hospitalidad en parroquia – se lee en el Informe – ha sido facilitada por el conocimiento de un sacerdote que a menudo es el mismo párroco. En algunos casos (Parma, Bolonia, Padua) se ha arrancado un dialogo con el obispo. Casi la mitad de los grupos (42%) han sido invitados a hablar de su historia en las parroquias. «Sorprende – añade el documento – la apertura de algunos grupos scout que han recogido los testimonios del 29% de los grupos».
Qué es lo que empuja a estas personas a acercarse a un grupo de oración? El 75% respondió: «Encontrar un sitio donde sentirse aceptados y acogidos». Entre las varias motivaciones posibles – era posible indicar más de una – hubo un 45% que indicó «dar mi contribución personal al cambio de la Iglesia y de la sociedad». El 52% considera además bastante importante «cultivar amistades profundas y duraderas ».
Es importante decir que, por muy bien organizada que sea, la red de las personas cristianas lgbt no cubre todo el abanico de las iniciativas pastorales. (…) Algunas diócesis además han decidido arrancar caminos específicos, con un sacerdote encargado del acompañamiento de las personas homosexuales creyentes (Turín, Parma y Cremona).
«La capacidad de integración de quien pone en discusión un modelo existencial – nota don Gian Luca Carrega, que es el encargado (pastoral para el acompañamiento de las personas homosexuales) en la archidiócesis de Turín – no es señal de debilidad sino de fuerza; habla de una Iglesia que no debe encerrarse en valores tradicionales para sobrevivir, sino que está llamada a expresar una disponibilidad de abertura que permite interrogarse sobre su manera de actuar y comprenderla de forma más profunda en un espíritu de verdad y de caridad».
Don Carrega es también autor de la introducción a un ensayo que está a punto de llegar a las librerías, Omosessuali e trasgender alla ricerca di Dio (Homosexuales y trasgender en busca de Dios, Effatà), en el cual Adrien Bail cuenta la experiencia de Jean-Michel Dunand, fundador en Montpellier (Francia) de la comunidad ecuménica Betania en la cual se acogen personas homo y transexuales – también heterosexuales – que quieren interrogarse sobre fe y sexualidad. Un proyecto de frontera que tiene el apoyo total de la Conferencia episcopal francesa.
Testo original: https://www.gionata.org/linchiesta-di-avvenire-sui-gruppi-cristiani-lgbt-seguiti-in-parrocchia/
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