Abigail, la heroína bíblica que enseña resistencia a quienes se sienten marginados
Reflexiones bíblicas publicadas en el sitio web deFlorencia Kairós, un grupo de cristianos LGBT+ y sus padres de Florencia
"No haga caso mi señor a ese malvado Nabal, porque es como su nombre: necio es su nombre y necedad hay en él.” (1 Sam 25,25).
Con estas palabras de Abigail, la Biblia nos presenta una mujer sabia y valiente, atrapada en un contexto patriarcal que la considera subordinada, pero capaz de dejar emerger su voz y su valor. Abigail no sólo sobrevive: encuentra un espacio para actuar y hablar, incluso cuando el mundo que la rodea intenta silenciarla.
Abigail, una figura de resiliencia y coraje
Su situación no es nada fácil: esposa de Nabal, un hombre brutal y sin sentido, Abigail vive en una sociedad patriarcal que reduce a las mujeres al silencio y la dependencia. Sin embargo, cuando David se prepara para vengarse de la casa de Nabal, Abigail decide intervenir, actuando con astucia y valentía. Sin pedir permiso a su marido. Reúne suministros y se dirige hacia David, arriesgándolo todo para detener un desastre.
"En seguida Abigail tomó doscientos panes, dos odres de vino, cinco carneros preparados, cinco medidas de trigo tostado, cien racimos de uvas pasas y doscientas tortas de higos secos y los cargó en los asnos.” (1 Sam 25,18).
Este acto no sólo es práctico, sino profundamente simbólico: Abigail rompe las expectativas de su tiempo, demostrando que el verdadero coraje no reside en la fuerza, sino en la sabiduría y el amor por los demás.
Una voz para quienes viven en los márgenes
En su discurso a David, Abigail no sólo salva a su familia, sino que también ayuda a David a recordar su misión divina. Con palabras humildes pero poderosas, le recuerda el valor de la justicia y lo invita a no vengarse:
“Cuando el Señor haya hecho a mi señor todo el bien que prometió y te haya puesto caudillo de Israel, entonces esto no será para ti remordimiento ni arrepentimiento, por haber derramado sangre en vano.” (1 Sam 25,30-31)
En una sociedad que quería silenciar a las mujeres, Abigail utiliza su inteligencia para hacerse oír. Este gesto resuena profundamente para cualquiera que haya sido marginado, ya sea por género, orientación sexual o mil otras razones. Su historia se convierte en un ejemplo de cómo incluso aquellos que viven en los márgenes pueden encontrar fuerza y dignidad en su propia voz.
Un extraño mensaje de esperanza
Para los creyentes LGBT y sus padres y para aquellos que se sienten marginados, invisibles y no escuchados, Abigail es un símbolo de resiliencia. Su lucha por ser escuchada, a pesar de vivir en un contexto que la oprime, habla de la capacidad de transformar la vulnerabilidad en fortaleza.
Abigail nos recuerda que el valor de una persona no depende del reconocimiento de los demás, sino de su capacidad para actuar con valentía y amor.
Como ella, quien se siente excluido o marginado puede descubrir en su singularidad un don precioso. Su historia nos enseña que, incluso en los momentos más difíciles, es posible cambiar el curso de los acontecimientos, encontrar la propia voz y, con ella, abrir caminos de justicia y esperanza.