El odio ataca nuevamente: asesinado en Sudáfrica Muhsin Hedricks, el primer imán gay
Reflexiones de los voluntarios del proyecto Gionata
Muhsin Heddricks, primer imán declaradamente homosexual en el mundo y una figura clave en la lucha por un Islam inclusivo, fue asesinado el sábado por la mañana en Sudáfrica, a la edad de 57 años.
Fundador de la Fundación Al-Ghurbaah y director ejecutivo de la organización, Hedricks dedicó su vida a apoyar a los musulmanes queer, ayudándoles a reconciliar su fe con su orientación sexual y su identidad de género.
A través de la mezquita Masjidul Ghurbaah de Ciudad del Cabo, creó un espacio seguro para las personas marginadas, desafiando las interpretaciones tradicionales de la religión y promoviendo un Islam basado en la inclusión y la compasión.
Durante años, Handricks ha estado hablando sobre la necesidad de un diálogo interreligioso y la importancia de enfrentar las heridas y traumas experimentados por las personas LGBTQ+ en las comunidades religiosas. En 2022, en el documental The Radical, dijo por él: "La necesidad de ser auténtica era más grande que el miedo a morir".
Sudáfrica, a pesar del hecho de que fue el primer país del mundo en prohibir la discriminación basada en la orientación sexual en su constitución posterior al apartheid y el primero en África en legalizar el matrimonio entre las personas del mismo sexo en 2006, sigue siendo un contexto complejo. . La violencia contra las personas LGBTQ+ todavía está muy extendida y el país registra una de las tarifas homicidas más altas del mundo.
La noticia de su muerte ha despertado el dolor y la indignación. Sadiq Lawal, musulmán gay nigeriano, dijo: "Lo hizo imposible posible. Decir 'Soy un imán queer' en África es un acto de inmensa fuerza."
También el reverendo Jide Macaulay, un pastor anglicano abiertamente gay y activista nigeriano, expresó su condolencia: "Su coraje y su dedicación a una fe inclusiva han dejado una marca indeleble".
El año pasado, hablando en la Conferencia Mundial de la ILGA en Ciudad del Cabo, Handricks había lanzado un mensaje que hoy suena aún más fuerte: "Es importante que dejemos de mirar la religión como el enemigo.
Ahora, la esperanza es que su compromiso no sea olvidado y que su herencia continúe inspirando a aquellos que luchan por un mundo más justo y acogedor.