La Iglesia Católica abra a los homosexuales. Carta abierta al arzobispo de Florencia (Italia)
Artículo escrito por Maria Cristina Carratú publicado en La Repubblica (Florencia edición, Italia) del 07 de septiembre 2012, traducido por Bernardo Viteritti
Por qué la Iglesia Católica no reconoce el camino de la ciencia, y nunca deja de “considerar las verdades absolutas que luego deben ser reconocidas como un error”, como ya ha ocurrido en el pasado?
Tal vez sea cierto que en la Biblia, utilizada por la jerarquía eclesiástica para condenar la homosexualidad, en realidad los verdaderos “crímenes” en episodios como los de Gomorra, son la violencia, el rechazo del extranjero y del diferente?
En resumen, a la luz de la Escritura, así como la evolución de la ciencia, y las nuevas sensibilidades de los creyentes, no es cierto que sea realmente hora que la Iglesia abra realmente la puerta a los homosexuales, y deje de mantenerlos alejados de los sacramentos?
Mientras la política se divide acerca del matrimonio para las parejas homosexuales, tres sacerdotes y una monja estran en campo para poner el problema en términos nuevos dentro de la comunidad eclesial. Apertura claramente a la comunión a los gays, y sentar las bases para seguir avanzando en la superación de toda discriminación “sacramental”.
Y lo hacen con una carta apenas entregada al arzobispo Giuseppe Betori, desde hace pocos días difundida a los feligreses de las parroquias y comunidades religiosas, de los que se recogerán las firmas que se entregarán a la Curia dentro de unas semanas. Los cuatro son Don Fabio Masi, parroco de Paterno en Florencia, el padre Alessandro Santoro, sacerdote de Piagge, Don Giacomo Stinghi, parroco de la Virgen de la Tos, y la hermana Stefania Baldini, dominicana de Prato, muy diferentes pero unidos, no solo en el pertenecer a la Iglesia, sino tambien el compromiso social y directo “en este campo”.
Y con alrededor las comunidades religiosas maduras que pueden enfrentarse sin prejuicios sobre un tema de mucha actualidad en el ámbito civil como en el religioso. Precisamente por este gran apoyo, recogidas durante las muchas ocasiones en que se hablaba de la homosexualidad a la luz de la Escritura, Masi, Stinghi Santoro y Baldini han decidido, escuchando nos explican que había llegado el momento, al menos para plantear la cuestión.
Convencidos de que, en cualquier caso, sus experiencias de sacerdotes de frontera, que se ocupan de los problemas de la miseria y la marginación, que no sean mas considerados “extremo”, pero que representen sólo la punta más avanzada de la voluntad abundantemente extendida de aceptar diferentes formas de amor.
“Pero también son apoyados por las reflexiones autorizadas sobre la Biblia, tales como la del gran teólogo moral Enrico Chiavacci, cuyos ensayos se consideran una piedra angular de la reflexión sobre la homosexualidad. Y ahora no nos queda que esperar: ¿cómo reaccionara’ la Curia?
“Dos personas que se aman no son un escándalo”
Este es el texto completo de la carta abierta al arzobispo Giuseppe Betori firmado por la Hermana Stefania Baldini, Don Fabio Masi, Don Alessandro Santoro y Don James Stinghi.
“El número de ‘Toscana Oggi’ del 24 de junio 2012 ha dedicado mucho espacio al tema de la homosexualidad y a las parejas heterosexuales no casadas, con algunos artículos en el periódico y una serie de cartas al editor, estas criticas con respecto a la posición oficial de la Iglesia sobre el tema.
Creemos que los articulos del setimanal diocesano no hagan otra cosa que repetir las normas eclesiales de siempre, sin entrar en el tema que en los últimos años se ha desarrollado mucho y aclarado y que aún necesita investigación.
En los ultimos años se ha desarrollado una forma de homosexualidad de comprensión radicalmente diferente, con diversas facetas, que es aceptada por casi todos. Se habla de la homosexualidad como un elemento constante de la persona que caracteriza su identidad profunda y la sexualidad de una manera de vivir de otro modo.
Es importante que la Iglesia reconosca positivamente el proceso de la ciencia en el conocimiento humano y que no declare la verdad absoluta la que tendra’ que reconocer equivocada, como ha ocurrido en el pasado. Estos hechos nos llevan a ver la homosexualidad en un nuevo horizonte y abordar con una mirada moral diferente. Sobre esta cuestión, la Biblia no dice o no podía decir nada, simplemente porque no lo conocían, ya que no se dice nada acerca de la ecología o del uso de la bomba atómica.
Sin embargo, en la cultura bíblica, como en la antigüedad, está totalmente ausente la idea de “homosexual”, se refiere sólo a la “conducta” en lugar de “condición homosexual”, y está claro que están condenados no sólo por infértil, sino también en su relación con la violencia o la prostitución sagrada.
En este sentido, son oportunas aclaraciones sobre la Sagrada Escritura a menudo citada para condenar las relaciones homosexuales. En el Nuevo Testamento Pablo llama sólo «antinatural» la relación homosexual (Romanos 1: 26-27), pero hay que tener en cuenta que se está refiriendo, más que el aspecto físico, al hecho de que la homosexualidad socavada en el orden social de la época cuando la mujer era, por naturaleza “sumisa” al hombre. Entre otras cosas también ha cambiado nuestra comprensión del concepto de “naturaleza”: la idea de la “naturaleza” como una realidad ya se ha completado ya no coincide con la manera de como se siente hoy.
Ahora también es bastante claro que los episodios del Antiguo Testamento en que se basa la condena de la homosexualidad todavía tienen otro significado: en los episodios de Sodoma (Génesis 19) y el similar Guibeá (Jueces 19) el delito no es tanto la homosexualidad, como la violencia y el deseo de humillar y rechazar al extranjero.
En el Antiguo Testamento hay indicios sin embargo muy importantes y muy hermosos, no hacen referencia explícita a la homosexualidad, sino más bien al proceso de maduración que el pueblo judío hace entre la marginación de grupos e individuos. La Biblia nos ofrece, un marco más amplio en el que colocar este aspecto de la vida.
Dios elige al pueblo judío, para que sea un signo, en medio de otros pueblos, de su deseo de justicia que quiere se salven todas las criaturas. Luego Israel, con la ilusión de ser eficaces en la misión que Dios les ha dado, decide de marginar grupos de personas que ellos consideran como “impuras”. En Deuteronomio, por ejemplo, (23, 2-9) enumera las categorías excluidas por el culto: los eunucos, los bastardos y los extranjeros.
Pero el camino hacia la era mesiánica es un camino hacia la inclusión, debido a que los tiempos mesiánicos son para todos, como se lee en el Tercer Isaías (56,1.3-5): Observe la Ley de Justicia y la practique ….. No le diga el extranjero que se ha unido al Señor: “Ciertamente el Señor me excluirá de su pueblo:” No se lo digas al eunuco: “Yo no soy más que un árbol seco.” Porque así ha dicho Jehová el Señor: “A los eunucos que guarden mis días de reposo, se comporten igual que yo y que se mantienen fieles a mi pacto, yo les daré un lugar en mi templo a su nombre. Será mejor que tener hijos e hijas, porque voy a añadir su nombre para siempre. Nada puede borrarlo. “
Esta inversión de Isaías marca un camino diferente! No tiene valor delante de Dios el estado objetivo de la naturaleza o de la cultura en la que uno es hombre, mujer, homosexual, heterosexual, bastardo, extranjero, genio o de baja inteligencia, lo importante es observar la ley y hacer lo que es correcto lo que es importante es amar al Señor y a nuestros hermanos.
No queremos decir que en este pasaje de Isaías se refería a los homosexuales, no podía, por las razones mencionadas anteriormente. Pero no debemos ver la homosexualidad en esta luz? La tarea de la Iglesia es la de ampliar los brazos, incluir y no marginar , amar a la gente en lugar de guardar principios. El Maestro dijo: “El sábado fue hecho para el hombre y no el hombre para el sábado.” (Marcos 2:27)
De este cambio han tomado nota de los jefes de la Iglesia católica, que ha declarado en repetidas ocasiones que no condenan a los homosexuales, pero la homosexualidad, y para ellos esto es un paso adelante. De hecho, no entiendo el significado! Sería como decirle a un paralítico: “No tenemos nada en contra de tu ” ser cojo “, es suficiente que tu camines en linea derecha o que te quedes sentado!
A proposito de ser estéril o fértil, Jesús dijo que es el corazón el que debe ser fructífero y Pablo dice se entra en el Pueblo de Dios por la fe, no por derecho hereditario. Pero entonces, ¿quién puede llamarse honestamente fructífero? ¿Quién puede ser el juez de la fecundidad de los demás o de la propia ? La esterilidad puede afectarnos a todos.
Esta manera de dar la bienvenida profundamente a la vida de todo ser humano es la que hemos aprendido de la Iglesia! Para los discípulos de Jesús no es tanto la defensa de los principios, que tiene que ser mantenida estrictamente como los ángeles con la espada de fuego en la parte delantera del árbol de la vida, sino para ‘examinar’ las vidas de mujeres y hombres de nuestro tiempo, para avanzar al máximo. No se trata de ser fiel a un Dios conocido y poseído, sino a un Dios que esta llegando “. Jesús dijo: “¡Hipócritas! Saben distinguir el aspecto de la tierra y del cielo; y cómo es que no distinguen este tiempo?”(Lucas 12, 56)
Nos parece que la Iglesia debria dar un reconocimiento de la nueva forma de entender la homosexualidad, con un signo de hospitalidad y un profundo respeto por los sentimientos de amor hacia aquellos que viven en primera persona esta condición. Dos personas que se aman no son un ataque a la sociedad o la traición del Evangelio. Los escándalos se encuentran en otro lugar!
Sobre la base de un lado, de estas fuentes bíblicas y de otras experiencias humanas que vivimos todos los días con esta gente, escuchamos el Evangelio y recibimos la plenitud natural de la comunión en estas diferentes formas de amor. Los sentimos como una parte integral de nuestro viaje en una comunidad de fe y de vida, y con ellos, así como con todos los demás, participamos juntos a la comunión sacramental y comunitaria.
El libro de la Sabiduría (11, 24-26) nos da una parte maravillosa del Creador, que debería ser “luz en nuestro camino: “Tú amas a todos los seres y no detestas nada de lo que tu has creado; si hubieras odiado algo, no lo habrías ni siquiera creado. ¿Cómo podría existir una cosa, si tu no la deseas? O conservarse, si no hubiera sido llamada por ti? Tu perdonas todas las cosas, porque son tuyas, Señor, amante de la vida “.
Texto original: La chiesa apra agli omosessuali. Lettera aperta all’Arcivescovo di Firenze