Pastoral LGBT. El sueño del Padre David se convierte en la “Tienda” de Gionata
Artículo de Innocenzo Pontillo* publicado en Adista Segni Nuovi (Italia) n° 35 del 13 de Octubre del 2018, pp.10-11, traducido por Jorge
«La Iglesia algunas veces se ha encerrado en pequeñas cosas, en pequeños preceptos. La cosa más importante es, en cambio, el primer anuncio: “¡Jesucristo te ha salvado!”. Y los ministros de la Iglesia deben ser, primero que todo, ministros de misericordia.» (Papa Francisco, Avvenire, 19 de septiembre del 2013).
Estas palabras las había leído bien el Padre David Esposito. Un sacerdote de rostro simpático y bromas ingeniosas. Orgullosamente párroco, o para decirlo en sus palabras ”cura de montaña” de la pequeña fracción de Illice, en la diócesis de Fermo, sobre las montañas de la región de las Marcas (Marche, Italia).
Le habían vuelto a la memoria los momentos en los que estuvo hospitalizado en un Centro de Rehabilitación, en donde después de dos años de luchar contra un tumor devastador, a pesar de no poder caminar, comer o respirar autónomamente, incluso obligado a estar en una silla de ruedas, no cesaba de celebrar la mesa dominical en la unidad donde se encontraba interno.
Aunque estaba confinado entre esos muros estrechos, continuaba con su sueño y su deseo de una iglesia sumergida en nuestro tiempo, que supiera tener las palabras de misericordia y de acogida para quien se sintiera alejado, o para quien había sido rechazado por haberse divorciado, separado o por ser homosexual.
Recuerda Francesa Di Marino, quien lo estuvo asistiendo durante el largo calvario de su enfermedad, que «fue en esos meses en los cuales el Padre David, curioseando en internet, descubrió el Proyecto Gionata sobre fe y homosexualidad (www.gionata.org), del cual quedó muy impresionado». Desde entonces no hacía otra cosa que repetir: «Encuentra a estos chicos y diles que están haciendo mucho, y ayúdales» a hacer lo que ya están haciendo, pero en la realidad.
El Padre David, relata Francesca, en su ministerio había conocido personas homosexuales y a sus padres, y había descubierto que no sabía bien qué decir ni cómo hacer para acompañarlos, tal vez había cometido errores por su falta de experiencia. También por esto había llegado a la conclusión que era necesario hacer algo concreto para que las personas homosexuales y sus padres no se sintieran extraños en su propia Iglesia.
Por esta razón, le pidió a Francesca encontrar a los voluntarios del Proyecto Gionata, para pedirles hacer en la realidad lo que ya hacían hace un tiempo en la web, es decir «ayudar a las personas homosexuales, a sus padres, y a los ministros de la Iglesia a construir un puente de doble vía, hecho de diálogo y escucha recíproca».
Cuando Francesca transmitió a los voluntarios de Gionata la petición del Padre David, ellos se sintieron realmente perdidos y confusos con sus palabras. Se preguntaban qué sentido “tendría comenzar este nuevo camino”. Pero Francesca, como la viuda inoportuna de la parábola evangélica (Lc 18, 1-8), no cesó nunca de insistir para que tomaran en serio las palabras del Padre David.
Pero, ¿qué podría hacer una pequeña asociación cristiana para ayudar a nuestras comunidades a reflexionar sobre estos temas? ¿Cómo podría favorecer el diálogo entre cristianos LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales), sus padres y los operadores pastorales? ¿Cómo podría contribuir dentro de la Iglesia para dar a conocer las experiencias de pastoral inclusiva en curso, con las personas LGBT y sus padres?
Escriben los voluntarios del Proyecto Gionata: «En estos meses hemos discutido entre nosotros tanto sobre este tema, con la ayuda de tantos amigos, padres de familia, sacerdotes y religiosas. Hemos entendido que tal vez no existe una sola respuesta… y que este camino merece ser recorrido con la ayuda de todos aquellos que, dentro de nuestra Iglesia, creen en la importancia de realizar este proceso»
De este modo nació la Tienda de Gionata, y el camino del Proyecto Gionata se ha convertido en tienda “que acoge” y va al mundo para ser una realidad de servicio (diakonía) comprometida con la acogida, con la formación y con la información de los cristianos LGBT, de sus familiares y de los operadores pastorales, para que nuestras comunidades cristianas sean «cada vez más, santuarios de acogida y apoyo hacia las personas LGBT y hacia cada persona afectada por la discriminación», y puedan realizar a fondo lo que afirma la Gaudium et spes, cuando señala que: «las alegrías y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de hoy, de los pobres sobre todo y de todos aquellos que sufren, son también las alegrías y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los discípulos de Cristo»
Mientras tanto, gracias al apoyo del Padre David -quien ha ascendido a los brazos del padre el 31 de marzo del 2017- ha visto la luz el libro de 38 páginas, hecho de testimonios y titulado “Padres Afortunados. Vivir como creyentes la homosexualidad de los hijos”, que en estos días se viene distribuyendo gratuitamente como un ebook (descárgalo aquí) y también en versión impresa.
En el prólogo del volumen escribe el sacerdote Gian Luca Carrega, director de la Oficina para la Pastoral de la Cultura, de la Diócesis de Torino (Italia) – que por el mandato recibido de su arzobispo, se ocupa también de las actividades pastorales para las personas LGBT y sus familiares- que hay «mucho de profético en las páginas de este librito. Y como literatura profética tendría que ser leído, en la que los signos remiten a realidades más grandes… Y la vida fluye en abundancia, en las palabras de estos padres que no han renunciado a su rol en los momentos complejos de su itinerario familiar. La de los padres de hijos LGBT es una apremiante exigencia de escucha a la sociedad civil y a la Iglesia, para que se den cuenta de su existencia y no les traten como extraños. Es una petición de diálogo, no la imposición de un modo de pensar… La denuncia del aislamiento eclesial en el momento de la (suya) prueba provoca estremecimiento y nos hace interrogarnos profundamente sobre el sentido de nuestro ser Iglesia».
Un texto que quiere ser un puente de testimonios que, como lo deseaba el Padre David, será lanzado como un mensaje dentro de una botella al mar, más agitado que nunca, de nuestra Iglesia.
Por esto, los amigos marquesanos del Padre David y los voluntarios de la asociación La Tienda de Gionata, la tarde del viernes 5 de octubre del 2018, lo han distribuido personalmente a los otros 200 participantes del Foro de Cristianos LGBT, reunidos en la casa de los Padres Somascos de Albano Laziale. Para que cada uno de ellos se sienta amado y escuchado, porque es tiempo de construir juntos dentro de la Iglesia católica los puentes de “misericordia” y de acogida que, hasta el final, el Padre David continuó a desear, muy consciente que «los ministros de la Iglesia deben ser antes que todo ministros de misericordia». (Papa Francisco, Avvenire, 19 de septiembre del 2013)
* Innocenzo Pontillo es voluntario del Proyecto Gionata sobre fe y homosexualidad (www.gionata.org)
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