Una red de afectos
Testimonio de Marisa y Angelo* publicada en el libro Padres afortunados. Vivir como creyentes la homosexualidad de los hijos, Asociación “La Tenda di Gionata” (Italia), 2019, 2019, traducido por Vincenzo Guardino, revisión de Margarita Benedicto (Crismhom cristianas y cristianos de Madrid Lgtbi+H, Espana), página 13
Somos abuelos felices de cinco nietos, entre ellos Nicola, un chico de veinte años homosexual. Durante mucho tiempo hemos visto con incredulidad la afectividad de Nicola y hablábamos de ella con aprensión, pero esperábamos su futura evolución para comprenderla mejor. Mi hija, advirtiendo nuestros temores, con humildad, sencillez y mucho amor nos ha acompañado en el conocimiento y acogida de nuestro nieto y se lo agradecemos.
Hemos compartido con Nicola sus miedos, su soledad, los dolorosos rechazos de sus compañeros de clase que lo han obligado a cambiar dos veces de colegio. Se daba cada día más cuenta de que su situación no era aceptada y de que era marginado y ridiculizado. Para apoyarlo, se ha creado en nosotros y en toda nuestra numerosa familia una red de afectos, de absoluta aceptación y puesta en común, que en parte lo han hecho más fuerte para superar las grandes dificultades. También los primos lo han acogido con una madurez y con una naturalidad que para nosotros los adultos ha sido realmente sorprendente.
Durante el verano vivimos en la montaña y a menudo los nietos y los hijos nos visitan. También Nicola venía y justo allí conoció a un estudiante homosexual de su misma edad con quien ha entablado una profunda y sumamente positiva amistad que ha llevado a los dos a reconciliarse con el mundo del cual se sentían excluidos. Esta relación se ha convertido en amor, don del uno para el otro y su felicidad nos ha contagiado también a nosotros, los abuelos, haciéndonos felices.
Mi esposo y yo siempre hemos rezado al Señor poniendo a Nicola a los pies de la cruz, confiándolo a él e invocando su bendición. Nicola “es iglesia”, es amado y querido por Dios así como es, como todos nosotros. Él sabrá consolarlo y guiarlo en la vida y nosotros confiamos porque el Papa Francisco ha abierto una ventana a la reflexión sobre la homosexualidad dentro de la Iglesia, haciendo caer el pesado tabú del silencio y del secretismo, indicándonos a todos como hacernos prójimos según el Evangelio.
Pero nos duele el hecho de que dentro de la Iglesia, madre de todos, haya todavía visiones y tradiciones que generen exclusión. Somos conscientes de que, a pesar de que el camino será largo, Jesús estará con nosotros.
*Marisa y Angelo son padre de Silvia, la madre del testimonio anterior. Han participado en la AGESCI y en el Movimiento de los Focolares
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